Terapias Psiko
Problemas sexuales
Terapia para problemas sexuales
Desde hace años, para hablar de todas las situaciones que nos causan un malestar significativo en la esfera de la interacción sexual, hablábamos de “disfunciones sexuales”. Pero la sexología moderna ha optado por desestigmatizar este tipo de situaciones, utilizando una nomenclatura más actualizada, debido a que la expresión “disfunciones sexuales” tiene unas connotaciones negativas que pueden llegar a afectar negativamente en el tratamiento de las mismas.
Se opta por “dificultades eróticas”, ya que muchas personas no conciben de la misma forma la palabra disfunción que dificultad a la hora de tratarlas en una terapia para problemas sexuales.
¿Cuáles son las principales los problemas sexuales?
Las dificultades eróticas se circunscriben a las situaciones de interacción íntima entre dos o más personas, e incluso a las situaciones de autoerotismo. Las dificultades eróticas más frecuentes son las siguientes:
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Disfunción eréctil:
La disfunción eréctil es uno de los motivos de consulta más frecuentes a los y las terapeutas con formación en sexología. Consiste en la pérdida parcial o total de la erección del pene en algún momento de la interacción erótica. Las causas pueden ser orgánicas o psicológicas, pero siendo unas u otras las causas, es una dificultad con un buen pronóstico cuando dicha dificultad se trabaja a nivel terapéutico. -
Eyaculación precoz:
Aunque algunos estamentos han definido la eyaculación en términos de tiempo hasta la eyaculación, la sexología moderna ha optado por definir dicha dificultad en términos de falta de control sobre la eyaculación, ya que resulta mucho más operativo y realista que medir o definir dicha dificultad en algo tan poco real como el tiempo, debido a las muchas variables que forman parte de la interacción erótica. Aunque las causas en esta dificultad pueden ser de índole orgánica y psicógena, no existe una distinción de dichas causas tan clara como en el caso de la disfunción eréctil, con lo que el trabajo terapéutico ante estos casos ha de ser global y en muchos casos multidisciplinar. -
Vaginismo:
El vaginismo consiste en la contracción involuntaria de los músculos que conforman el tercio vaginal más externo durante la relación sexual. Hay muchos tipos de vaginismo; total o parcial, primaria (sucede desde “siempre”) o secundaria (ha comenzado a suceder desde una situación concreta), etc. Según el tipo de vaginismo, el tratamiento se enfocará de forma diferente, pero en general también son dificultades con un buen pronóstico al llevar a cabo un proceso terapéutico con un o una profesional. -
Dispareunia:
La dispareunia se define como dolor vaginal en el coito. No se reduce a un único tipo de dolor ni se focaliza en una zona concreta, al contrario que en caso del vaginismo, y el trabajo para superar dicha dificultad requiere de un tratamiento terapéutico multidisciplinar. Las causas de la dispareunia son muy variadas, y pueden ir desde las infecciones vaginales, pasando por haber tenido tratamientos con radioterapia, toma de determinados medicamentos, hasta enfermedades inmunes. -
Pérdida de deseo sexual:
El deseo sexual es uno de los conceptos más complejos que existen en el ámbito de la psicología y la sexología. Es bastante frecuente que personas con dificultades relativos a su deseo sexual acudan a consulta. En el caso de pérdida de deseo sexual en el ámbito de la pareja, los motivos que causan dicha pérdida de deseo pueden ser muy variados, por lo que el psicólogo o psicóloga ha de llevar a cabo un análisis exhaustivo de la situación actual de ambos miembros de la pareja, no solo en la esfera íntima, sino en todas las esferas de la vida (laboral, familiar, social…). La pérdida de deseo puede generar dificultades que se pueden extrapolar a otros ámbitos de la vida diaria, como frustración, irritabilidad, sentimientos de culpa o tristeza. -
Anorgasmia:
La anorgasmia es la incapacidad para llegar al orgasmo, tras no haber, en principio, dificultades en las fases previas hasta la fase en la que se llega al clímax. Habitualmente, al hablar de anorgasmia, mucha gente puede llegar a pensar que es algo que viven únicamente mujeres, pero la anorgasmia es una dificultad que pueden tener tanto hombres como mujeres. Tanto en hombres como en mujeres existen innumerables causas que pueden derivar en esta dificultad. Existen causas psicológicas, hormonales o farmacológicas que pueden determinar la aparición de la anorgasmia. El tratamiento para la anorgasmia es recomendable que sea multidisciplinar, pero el tratamiento psicológico llevado a cabo por un o una profesional experta en dificultades eróticas es necesario.
Tratamiento de los problemas sexuales:
Al ser tan diversos y diferentes, los problemas sexuales no tienen un tratamiento universal y común, pues dependiendo de cada problema, dificultad o trastorno, el tratamiento será muy adaptado a la casuística.
No obstante, sí existen pautas comunes a todos los problemas sexuales o dificultades eróticas. En primer lugar, cuando una persona siente que se está dando un problema en su vida sexual, es muy importante que se pida ayuda profesional, pues el tiempo que transcurre desde la detección subjetiva del problema hasta la primera sesión con un profesional es de, aproximadamente, 18 meses.
Por otro lado, en la mayoría de dificultades que se dan en el ámbito sexual, el profesional analiza, explica, orienta y da pautas, pero el compromiso por parte de la persona y la pareja son fundamentales.
Además, no olvidemos que la esfera íntima está estrechamente conectada con el resto de esferas de nuestra vida, por lo que situaciones que no son necesariamente sexuales o eróticas pueden afectar directamente a problemas o dificultades que se circunscriben el ámbito erótico. Por ejemplo, existe una afectación directa de las relaciones sexuales de las personas cuando se padece depresión.