El consumo de sustancias psicoactivas, tanto legales como ilegales, está muy presente en nuestra sociedad y, en ocasiones, es difícil conocer ese punto que indica el inicio de una adicción. La RAE define “adicción” como la dependencia de sustancias o actividades nocivas para la salud o el equilibrio psíquico.
Pero, ¿cómo podemos saber cuándo un consumo o una actividad se convierte en dañina para uno mismo?
Hoy en día, después del alcohol, la sustancia adictiva más consumida a nivel nacional es el cannabis, al que le siguen las benzodiacepinas, la cocaína y el éxtasis, en ese orden. Muchas veces el consumo de estas drogas comienza de forma esporádica, de manera que la persona hace uso de ellas en situaciones específicas como, por ejemplo, fiestas y eventos especiales. En ocasiones, este consumo comienza a abarcar más espacios en la vida de la persona y se convierte en algo más habitual.
Es común que uno mismo no sea consciente de que se encuentra en una fase de inicio de la adicción, lo que conlleva a la continuidad del consumo y, por lo tanto, al desarrollo de una adicción más grave. Las señales que nos indican una posible adicción son varias y pueden variar según el tipo de sustancia consumida. Aquí mostramos 10 señales que pueden orientarte a conocer si existe un problema en el consumo y, en ese caso, acudir a un profesional para su diagnóstico y tratamiento.
1. Deseo por el consumo difícil de controlar
Empiezas a sentir unas ganas cada vez mayores de consumir, lo que genera sentimientos de frustración y falta de control. La búsqueda de la droga cada vez se hace más habitual.
2. Dedicar mucho tiempo a la obtención de la sustancia y a su consumo
Comienzas a dedicar cada vez más tiempo a la búsqueda de la sustancia (p. ej., desplazarse largas distancias, comunicarse con mucha gente hasta llegar a la persona que vende, buscar la forma de esquivar a otras personas para no ser visto o visitar varios médicos en busca de recetas). Además, el tiempo que pasas consumiendo cada vez es mayor y comienza a abarcar más
espacios del día.
3. Dejar de lado amistades
En ocasiones, es común empezar a desatender amistades previas y comenzar a juntarse con otras personas que comparten la conducta de consumo de sustancias. Comienzas a sentirte más cómodo con personas que realizan las mismas conductas que tú y dejas de sentirte juzgado.
4. Dejar de lado proyectos y ambiciones
Puede que el descontrol en el consumo de la sustancia también comience a afectar a tu motivación por hacer las cosas que antes te ilusionaban más. Tu capacidad de organización y concentración se ve afectada y no te ves capaz de sacar adelante los proyectos.
5. Justificar el consumo de sustancias
Es común también que empieces a buscar motivos racionales que justifiquen el consumo, como una forma de disminuir tu propia preocupación y/o la de los de tu alrededor. Por ejemplo, piensas que consumir te ayuda a relajarte o, en otros casos, a concentrarte, a trabajar mejor, a rendir más, a evadirte, etc. En este momento los sentimientos de culpa no son tan habituales y empiezas a aceptar el consumo.
6. Pérdida cada vez mayor de dinero
El aumento de consumo lleva consigo la pérdida cada vez mayor de ahorros. Puede que empieces a sentir que tu dinero lo dedicas principalmente a la compra de la sustancia, teniendo que dejar de lado otras actividades o pagos necesarios. En ocasiones, se comienzan a generar deudas.
7. Aislamiento
Puede que sientas que cada vez le das más importancia a satisfacer la necesidad de consumir, lo que te lleva a aislarte y a comenzar a consumir la sustancia en soledad. En ocasiones, comienzas a sentir más satisfacción cuando te encuentras solo y bajo los efectos de la droga.
8. Otras conductas adictivas en paralelo
Es habitual que, de forma paralela, aparezca el consumo de otra sustancia adictiva o un comportamiento que puede llevar a la dependencia. Por ejemplo, es probable que aparezca un abuso de los videojuegos o el comienzo del juego patológico y las apuestas, junto con el consumo de la sustancia adictiva. En el caso del juego patológico paralelo, la pérdida de los ahorros es todavía mayor. Otro ejemplo habitual es la combinación de dos sustancias adictivas, como es el alcohol junto con algún estimulante (cocaína o anfetaminas).
9. Problemas de sueño
Es probable que sientas que ya no duermes como antes, que tu sueño ha empeorado. En ocasiones, puede deberse a la ansiedad que genera la dependencia a una sustancia, generando pensamientos intrusivos que no te dejan descansar. Los pensamientos relacionados con el consumo comienzan a aparecer también durante las horas de sueño.
10. Irritabilidad
Es probable que comiences a sentirte cada vez más irritable, especialmente cuando otras personas te hablan del consumo. Puede que te sientas impaciente, con facilidad para perder el control y contestes a la gente de manera hostil.
Además de estas señales, para el diagnóstico de dependencia a una sustancia adictiva, debemos observar también los signos de tolerancia y abstinencia:
- Tolerancia: La necesidad de cantidades cada vez mayores de la sustancia para conseguir el efecto deseado, es decir, el efecto de las mismas cantidades de sustancia disminuye con el consumo continuado.
- Abstinencia: Síntomas que aparecen debido al cese o reducción del consumo de la sustancia adictiva, causando un malestar significativo en la persona.
Estar atento a estas señales pude ser muy importante para descubrir la existencia de un problema. Si te has sentido identificado con las señales que indican un inicio de dependencia y crees que necesitas ayuda, no dudes en contactar con un profesional para un correcto diagnóstico.
Solo necesito ayuda siento que me estoy volviendo una adicta y no quiero eso para mí vida , tengo un hijo , pero cada vez que no fumo me siento mal 🙁 me siento sola no tengo a mi mamá que es lo que más m hce falta